Cuando dos kensais comienzan un duelo el que golpeé primero tiene todas las chances de ganar la batalla.
Por eso, tanto Hitamo como Joshep giraron en silencio, sin quitarse los ojos de encima. Girando lentamente en circulos, se miraban a los ojos y a las manos. La enorme mano gris de Hitamo aferraba con fuerza la tsuka de Masamune. Joshep, en cambio, apenas tenía dos dedos sobre la tsuba de su katana Kibosaiga.
La luna, paciente iluminaba el duelo. Hacia dos minutos que ambos oponentes se media mutuamente. Hitamo se dio cuenta de que Joshep era condenadamente habil. Sus músculos se tensaban y relajaban en cada paso. Hacia pequeños movimientos sin motivo,y parecia tener un par de ticks nerviosos. Ceraba los ojos, chasqueaba los dedos, torcia los labios y parpadeaba.
Pero su mirada asesina permanecía tan firme como siempre, vacia de toda ansiedad y pasión.
Para Tharloff, que sabia que hitamo no le dejaría intervenir, la escena se desarrollaba en camara lenta. Parecia sentir atras suyo un coro de voces que susurraban en nihongo.
Hitamo dio un fuerte pisotón; el tembror hizo tambalear a Josh, y masamune cortó el aire. No fue suficientemente rápido; Joshep se dejo caer hacia atrás y aterrizo en su mano izquierda esquivando el corte. Pero en vez de retroceder, piso sobre masamune y la muñeca de hitamo y saltó sobre este, desenfundando a Kibosaiga.
Hitamo bufó y agarró el tobillo de Joshep sobre su hombre. Frenó la espada y la alzó. Kibosaiga descendió en lateral; los aceros se cruzaron. Un limpido sonido metalico y luego un crujir de huesos.
Joshep sintió que le habian quebrado el tobillo. Un certero puntapie en el ojo del giff. Este soltó a su presa y aferró la espada. Josh cayó con su pierna sana y esperó, en la pose de la grulla.
Con la mitad de su campo visual teñido de rojo, Hitamo aferro su espada con las dos manos y preparó un mitsuken. Hundió la espada en la tierra, dio dos pasos y la levantó, justo sobre el pie de su enemigo. Josh advirtió la maniobra, y saltó en el aire. Era inutil intentar parar un ataque tan potente.
Durante un breve segundo, Tharloff vio al asesino volando sobre el giff. La luz de la luna hacia un hermoso contraste sobre las figuras. Ambas espadas brillaban, Masamune arqueada sobre el giff en la parte final del mandoble, arrastrando consigo arena; Kibosaiga apuntando al esternon del kensai con presición quirurgica.
Josh falló su carga aerea, y el giff le pegó un codazo en las costillas, demasiado cerca para la espada. El hitokiri cayó con estrepido y sin perder un segundo cortó con la punta de la espada el talón de aquiles de su enemigo, duro como un cable de acero. El bramido del hengeyokai retumbó, y este cayo estrepitosamente. Ambos giraron sobre sus piernas sanas y se levantaron, mirandose a los ojos nuevamente.
Cada uno tenía una pierna lastimada; Hitamo tenía un ojo lastimado y Joshep un par de costillas. Pero Joshep podia volar por los aires con una sola piernas, mientras que el kensai tendría que pelea arrodillado.
Joshep cargó con un gatotsu, pero el giff bloqueo la estocada con su espada y la saya en cruz, y despues le aplicó un feróz cabezaso al pecho. Una maniobra de sumotori, para despues dejarse caer sobre Joshep. Doscientos treinta kilos de peso descargados sobre el estomago de Joshep, y este seguía sonriendo desafiante. Con su mano libre, realizó una maniobra de acupuntura e inutilizó el brazo izquierdo del giff.
El giff resopló. Joshep estaba muy herido, y él tambien. Con una solo brazo y una sola pierna, la proxima vez que ataque perdería el equilibrio definitivamente y caeria. Con una mano sola mano y todo su peso, era imposible que se levante a tiempo.
Pero Joshep también estaba muy herido. Probablemente le había reventado el hígado con el cabezaso y la toma de sumotori. Nada que un suplicante no pueda reparar, pero la batalla no podía durar mucho mas. Era el último ataque de ambos, un momento llamado kandori; cuando ambos combatientes están al limite de sus fuerzas, listos para matar o morir. Cuando el bushido alcanza el límite, cuando el cuerpo olvida el dolor y el placer, cuando la perdida de sangre y la adrenalina limpian la mente de cualquier cosa que no sean los puros movimientos de la esgrima.
Joshep Summers comenzó a reir estrepitosamente. Con un solo pie, saltó con gracia felina, en un arco por encima de su enemigo, sin ponerse al alcance de su espada. En el aire, sus facciones cambiaron.
Sus ojos se llenaron de luz dorada y palpitantes. Afiladas y babosas espinas surgieron de sus mejillas. De sus nudillos. De sus hombros. De sus costillas y sus omoplatos y su mentón y sus rodillas y sus caderas. Su piel se agrietó, se coloreó, se deformó.
Una oleada de presión inundó a Hitamo. En el aire, flotando Joshep lo miraba detrás de una mascara deforme de piel y huesos. Karma multicolor destrozaba el suelo; los arboles se inclinaban y quebraban, las rocas se partían.
Pero Hitamo era demasiado masivo para ser derribado, aun por una presión semejante.
Joshep toma a Kibosaiga con ambas manos en la pose del halcón, listo para un men fulminante sobre el giff arodillado. Sus movimientos era lentos, precisos. Estaba acumulando karma.
Hitamo sonrió.
Joshep descargo su mandoble, lenta pero preciso. Masamune y Kibosaiga chocarón. Ahora solo era una competencia de pura fuerza. Con una sola mano, Hitamo soportaba la fuerza de ambos brazos de Joshep. Pero lentamente la hoja se fue acercando al cuello del Giff.
Un intantaneo reflejo de luz cruzó el aire, y la sangre se derramó con fuerza sobre el suelo. Joshep miró desconcertado; le faltaban su dos manos, amputadas en dos muñones. Hitamo perdió definitivamente el equilibrio y cayó a tierra boca abajo.
En la mano izquierda tenia a Muramasa, su katana asesina invisible, bañada en sangre.
-Su brazo izquierdo... estaba inmovilizado!
-Eso fingí. ¿Crees que puedes dejarme lisiado con un truco tan viejo?
Sobre su pie firme, Hitamo se levantó, sucio y sonriente como un semidios triunfante. Joshep habia recuperado su forma original, y lo miraba aterrado.
-Tu vida termina ahora, asesino!
Un sonido distrajo al kensai, que se dio vuelta a tiempo para ver una enorme bola de magmor venir hacia él a velocidades relativistas. No, no era una. Eran seis, veinte, cincuenta bolas de magmor que impactaron su cuerpo una y otra vez, y lo dejaron noqueado contra el suelo.
-Gracias
-No te molestes. He oido lo que has hecho.
-No se puede pasar mil dias en el limbo sin que te deje marcas para toda la vida.
-Es suficiente. Estos vendajes evitarán que te desangres, pero ningún sacerdote nos curaría una herida semejante. No a nosotros, carne maldita. Tu carrera como hitokiri ha terminado.
-Hmm. Quizás. Dejame matarlo, a él, al centauro y al bárbaro.
-No. Los tres son hombres valerosos, y nunca hubiera podido derrotarlos si no los hubiera atacado por la espalda, quebrando todo honor y justicia. Dejalos en paz y vamonos. Despues de esta noche, no volveremos a vernos, hermano.
-Como prefieras.
Antes de irse, tomó a Kibosaiga, aún aferrada por dos manos que se marchitaban. Y la quebró con su mano desnuda. Un humo blanco se despidió de su hoja, y luego la empuñadura comenzó a sangrar.
La sangre de todas sus victimas. Ahora podrán revivirlas o dejarlas persistir en los planos superiores como esencias peticionarias.
6 comentarios:
Muy a pesar de que me encanta la historia, me voy a seguir quejando del pobrisimo rol dado a mis personajes... A Tharlof lo matan fuera de campo... FUERA DE CAMPO!!! Si fuese más secundario terminaría siendo un extra, deja de llamarlo Tharlof, decile "ese" y queda más honesto. Pero eso no es todo, ni siquiera se explica que lo matan, o sea, además hay que interpretar a través de un analisis (uno muy pedorro)quien y como lo mataron, practicamente llevandose de comentarios banales de los otros personajes... pero bueno, c'est la vie de il rol, uno se acostumbra.
Parece que tanto ver peliculas te ha sacado la capacidad de interpretar textos escritos. A Tharloff no lo matan, ni muere. De hecho, cual es el sentido de que Joshep pida matarlo si está muerto?
De todas maneras, tenés razon: el analisis es pedorro.
Me olvidaba:
- Quot erat demostradum
- Cogito ergo sum
- Timeo danaos et dona ferentes
- Vini, vidi, vici
- Ave César morituri te salutant
Muy bueno, aunque en teoria, y porque soy muy tonto, ¿Soy kensai, asesino o que?
Tanto Joshep como Fedar son karmigeros clase dual guerrero (si, kiwi, ya se que no se puede, pero no es la primera ni la ultima vez que me cago en las reglas por razones de argumento. No, vos no podes. Porque yo digo y yo soy el master y punto. Como quieras.)
Tecnicamente no deben. Ambos los hicieron porque si no los achurraban. Y los dioses están debilitados para andar persiguiendolos, pero las acciones tendrán consecuencias pronto...
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