jueves, octubre 06, 2005

Capitulo VI: Vindictam ego retribuam

"La venganza es solo mía" habia dijo Rusplikinty, y tanto Hitamo como Tharloff habian asentido. Ahora, el centauro se arepentía en parte de ser tan soberbio. Al caminar por las callejuelas polvorientes del pueblito sentia como sus rodillas delanteras le dolían. Nadie pensaría que un karmigero tendría artritis.
Suspiro. Deseó que Manwe lo hubiera matado en vez de arrancarle el brazo, en aquella batalla años atras, antes de la Guerra. Los viejos morimos para que vivan los jovenes, pero en su caso parecía al revés. Cuantos de sus hijos, de sus discipulos, habían muerto en los últimos veinte años, mientras que él, que se merecía un descanso, seguía fatigando la infelicidad?
Rusplikinty llegó a lo que parecía una plaza o quizas un mercado; un espacio de arena en medio del pasto. Habia mierda seca, y agujeros en el piso, lo que sugeria carros, actividad y mercaderes.
Pero era de madrugada, casi al amanecer, y la plaza estaba desahabitada. Salvo por un hombre corpulento, dormido acurrucado, con la cabeza sobre una piedra.
Rusplikinty reconoció la espalda, sintió la sangre recorrer las venas de su cuello, su gran corazón equino retumbar con fuerza. Concentró su karma en una bola ignea, y la arrojó.
De alguna manera esperaba que Joshep saltara, o parará el bólido con el revés de la mano, sin darse vuelta, o se lo devolviera con un soplido. Nada de eso ocurrió. El bólido explotó sobre el adversario dormido. Le llegó el olor de la sangre, mientras el polvo y el humo no le dejaban ver que habia pasado. ¿Se había confundido? ¿Había matado a un pobre inocente? El centauro se quedó paralizado.
El polvo se dispersó. No era un inocente; Joshep lo miraba con su expresión mezclada de vago reconocimiento, diversión y confusión. El bólido lo habia herido, pero no parecia sentir dolor; tenia la cara con sangre, el ojo izquierdo cerrado; una herida profunda le recorría la mejilla y el mentón. Su ojo derecho, castaño e inyectado de sangre como un adicto al soma, temblaba.
-¿Rusplikinty? Viejo centauro, lo que son las cosas que la vida nos trae cuando no suponemos que nada mas puede pasar.
Rusplikinty sacudió la cabeza. Esta persona no era quién habia compartido sus aventuras siete décadas atrás. Era el asesino de su nieta. La katana en su costado era elocuente.
-Joshep, he venido a matarte. Ojo por ojo, sangre por sangre.
Sin perder tiempo, Rusplikinty se convirtió en supervirtumante. Joshep no reaccionó; ahora parecia definitivamente divertido. Menelgroth había dicho que los Summers no deberían volver a usar sus habilidades de karmigero, porque serían facilmente rastreados por los demonios. Por lo visto, Joshep habia adquirido otras habilidades.
Los karmigeros nunca suelen usar sus mejores técnicas en el primer ataque, generalmente porque al hacerlo quedan practicamente descargados e indefensos. Si es posible eliminar a un enemigo con algunos golpes rápidos y débiles, es mejor hacerlo.
Rusp comenzó con los históricos ataques de puños y cascos, que Joshep esquivó. Rusp se puso en guardia peró el contrataque no vino, solo una amplia sonrisa de loco.
Rusp se enfadó. Un doble gran ataque de puños; pero Josh paró uno con el mango de la katana y el otro con la vaina.
Josh sonrió; sus ojos enrojecidos. Y repentinamente, un cabezazo; una patada en el cuello, y Rusp quedó doblado en el piso. Un nuevo puntapié en el diafragma lo dejó sin aire.
No habia karma en sus ataques; puro Shodo y artes defensivas del Kenjutsu. Rusp sonrió.
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Tharloff y Hitamo miraba desde el matorral cercano. Un breve bang sónico y Rusplikinty desapareció; ahora se movia a la velocidad de la luz. Joshep miró a uno y otro lado, confundido, mientras se disipaba el polvo.
Ningún ser humano es capaz de ver a una criatura que se mueve a una velocidad cercana a la de la luz. Ni siquiera otro karmigero moviendose a esa velocidad, como Tharloff.
Pero al hacerlo se generan perturbaciones gravitacionales que pueden ser percibidas por un karmigero suficientemente acelerado, con toda la kinestencia de su cuerpo, no con sus ojos u oidos. Tharloff sentia la perturbación que generaba su maestro, moviendose en circulos alrededor del confundido joshep.
A esa velocidad, el karmigero estaba practicamente en fase, intangible, y por lo tanto no provocaba estallidos sonicos, ni se quemaba por la fricción del cuerpo. El karma, por otro lado, no es lo suficientemente rápido para ser detectado.
No había chances de que un mero kensai, moviendose a velocidad normal, pudiese ver a Rusplinkinty.
-¿Que sucede?. No veo nada- Preguntó Hitamo, prendiendo su cigarro.
-Rusp está tratando evaluando a Joshep. Imagino que intenta prolongar la pelea.
-Hmm. Está fingiendo.
-¿Joshep? ¿Crees que conserva sus poderes de karmigero?
-Rusp es un karmigero. Cuando quieren evaluar el poder de un oponente, miden su karma. Nosotros, los kensais, miramos los ojos del oponente. Joshep es un kensai que fue karmigero; sabe como piensan los karmigeros. Y lo está metiendo en una trampa.
Tharloff dudó en silencio.
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Rusp meditó sobre la posibilidad de usar su Campo de Energía; pero no tenía sentido. No era vengativo, pero no queria simplemente vaporizar a su oponente. Los sentimientos de odio y minucioso deseo de tortura lo confundían.
En uno de las miles de vueltas, miro los ojos del asesino, y vio la sombra de algo que conocía.
Y atacó.
Una carga relativista. La aceleración cegaba sus ojos, se movia solo por su visión de karma.
Pero tres nanosegundo antes, el aura de karma de Joshep desapareció.
Dos nanosegundos antes, Rusp pensó que algo estaba mal e intentó detener la carga.
Un nanosegundo Rusplikinty puso todo su poder y su fuerza en sus patas delanteras. Sus piernas se trabaron en el suelo; pero la inercia de su cuerpo era demasiada.
En el momento del impacto, ambas patas delanteras de Rusp se quebraron; logró absorver el 99% de su cantidad de movimiento, pero el 1% restante hizo que diera una vuelta carnero en el aire, y siguió su camino encima del kensai.
Un arco de parabola, y el centauro impactó contra el suelo, varias cuadras después.
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Hitamo miró al sonriente asesino. Había engañado al centauro, y lo había dejado fuera de combate sin sacar su katana de su vaina, solo reprimiendo su karma en el momento justo, y moviendose en el momento... más rápido que Rusp? Más rápido que la luz?
Parece que Hitamo habia encontrado lo que había buscado durante trece años. Y sin necesidad de fatigar los planos.
Un oponente dígno.
El habano dejó un arco rojiza en el aire mientras Hitamo saltaba fuera del matorral.
Era hora de pagar viejas deudas.

3 comentarios:

Sibling dijo...

Puede usar la estrategia que Dirand usó para derrotar a Hitamo.

Anónimo dijo...

Ohhhh javier, como me halaga que sigas creyendo en mi de esa manera se nota que el tiempo que estuvimos juntos significo mucho para ti (para mi fue solo sexo). Te lo voy a decir por millonesima vez: No pude vencer nunca al Hipopotamo, fue es y sera muuuuuuuy poderoso para mi, y como soy un kensai orgulloso a millll (como todos tus personajes) nunca dejare de ser kensai por mi honor (que crees que no tengo solo porque me gustan los hombres) para luchar contra el. Reconozco cuando pierdo (deberias hacer lo mismo) y me alegro que alguien sea tan poderoso. Besos a todos tus amigo en especial al Juan Pablo

Anónimo dijo...

a dirnand: fiesta, fiesta pluma, pluma g....La historia cada vez se pone mas interesante, claro que ya perdi el hilo argumental porque la leo muy desfaceada y para colmo tarde. jajaja nos vemos.