Garlond abrio la última escotilla. Sobre los mandos, lo esperaba Landon. Sus pistolas estaban apuntado a su pecho y a su cara, respectivamente.
Hitamo miró a su adversario, Raukion, desafiante. Ambos habian superado ya el mareo de las dimensiones. De hecho, Hitamo habia sentido su presencia desde el principio.
"Nuevamente, una batalla." gruñó Hitamo.
Hitamo analizó a su oponente. Conocía su reputación, despues de todo; antiguo compañero de Enor, en su epoca de "amistad" este le habia contado algunas de sus viejas aventuras en Queur. Si lo que el enano habia dicho era verdad, Raukion era un maestro de la escuela de esgrima de sauuki shima, un antiguo arte que hacía énfasis en precisión, defensa y elegancia. Su postura era clara al respecto, una variante de waki gamae dejando la espada desenvainada al costado, mostrando solo el tsuba. La espada de Raukion solo podía ser una odachi elongada, practicamente recta, de más de 3 shaku; la tsuka misma era más élfica que nihonhesa, una espada ideal para el sauuki shima.
Raukión, por su parte, repasó con la mirada a su enemigo. Su espada era una katana koto, teoricamente la legendaria Masamune; Joshep le había advertido que poseia una sombra, una katana invisible de nombre Muramasa. Su kantei nunca le había fallado, pero ahora al mirar ese simple tsuka-toi de cintas rojas, dudaba. ¿Esa era la espada legendaria de Sepher Sephiroth, de Edge Geraldine, de Garamond, de Zidane, de Gush Gilgamesh el inmortal, forjada por Goro Karyu el Melchior, en los fuegos del volcan de Hokkaido?
-Se lo que buscas, Valdarien.
-Y yo tambien se lo que ustedes intentan, Donovan.
Marak sonrió. El fantasma de Zeldon Naer se debatía impotente. Su habilidad para dominarlo era superior. Su ojos dorados relampagueaban de goce. Una gota de sangre dorada fluyo candente como oro fundido del corte de su mejilla, y manchó su chilaba de seda fina.
Otros sacerdotes espantaban a los fantasmas. Marak solo se contentaba con controlarlos.
-Tenemos que detener esto ahora, antes de que comienze la batalla del todo.
-Es demasiado tarde. Los tuyos y los mios ya se encuentran frente a frente.
La batalla todavía no habia comenzado, pero Tharloff sintió la adrenalina invadiendolo. La joven no parecia una amenaza, en ningún caso, pero detras de sus gafas rojas podia esperarse cualquier cosa. Notó que el punto donde los dedos de la mujer habian tocado su hombro se habian puesto colorados. ¿Veneno? ¿Acaso una cidaxiana?
Sonrió. Esta vez me han subestimado, pensó.
-¿Sabes que deberia dispararte?
-Pero no vas a hacerlo.
Silthe mordió la mejilla con fuerza; 'Megalreanna'.
-Algo nos está manipulando. Hitamo, Armand, Enor... 10 contra 10. ¿como la última vez? Demasiadas coincidencias.
-Quizas realmente él mismo esté buscando su reemplazo.
-Quizas.
-¿Por que estas con ellos?
-Porque me lo ordenaron.
Landon escupio.
El centro del multiuniverso no es un unico lugar, porque el multiverso se extiende infinitamente. Es una región, fija en las coordenadas morales pero que se entiende infinitamente las coordenadas espaciales, temporales y esenciales.
En cada plano, el centro del multiverso intersecta un punto en particular que con el correr de los años (permitase esa metafora incoherente) se convierte en un santuario. En el plano astral, el centro toma la forma de la Espiral de Plata, que guia las almas a los planos exteriores. En los planos elementales, toma la forma del Nexo Dorado, donde se unen todos los elementos. En los planos ireales, es el Metaphision Axximm. En el plano etereo, es la Gran Mancha Gris. En los planos exteriores, es Sigil, la ciudad eterna; que algunos llaman Cynosure y otros Ravnica. En los planos materiales es el Arbol Primordial Treant de Kraad, el Templo del Destino en Irintia, Greyhawk en Oerth, Waterdeep y Undermountain en Toril, Godshome en Krynn, Barovia, Oa, LankMark, Carcossa, Trantor, Eternia, Osgiliath, Fiddler's Green, Central Amestris, Varanasi, Tanelorn, Roke, Azim Balda, Ilum, el Monte Arreat, Tronjheim.
En estas alturas, el Centro del Multiverso es el ojo de un remolino, justo antes de la rosa de Plata. El Gommenmgast cae hacia el Centro.
-Porque era la unica manera de evitar que esto termine sucediendo, Donovan. Tengo que hablar contigo. Tu y yo tenemos que evitar que el multiverso colapse.
-¿Lo pensaste tu solito?
-No. Esas fueron desde el principio las ordenes de Lord Tressym.
-Asi que eres un traidor, pajarito. En lindos problemas nos metiste.
Los planes de Fleur siempre fueron confusos, pero ahora las cosas estaban claras. Nueve contra nueve. Mientras tanto, los controles secundarios de Gommergast estaban a su disposición. Landon habia rebelado la información a regañadientes, pero una pequeño yate de escape podría ser energizada externamente, a costa de dejar permanentemente varado al Gommengast.
Era cosa de suerte. Justo lo que ella necesitaba.
Mientras el Enano se daba de estocadas con sus enemigos, ella escapaba hacia El Jardin. Una vez allí, solo tenia que eliminar a ese viejo guardían. Simple y eficiente.
De pronto, su instinto le aviso que alguien estaba alli. Siguio manejando los controles exactamene de la misma manera, pero con un sutilisimo movimiento de cadera, aparentemente casual, dejo libre el pomo de Executrix.
El siguiente movimiento fue casi invisible. Habia esquivado la estocada, pero quedo atrapada contra el portillo del yate. El desemvainado sable de su oponente le inundaba de luz reflejada los labios.
-¿No te enseñaron en tu escuela de Heraldos que no es de buena educación atacar por la espalda, Pietra?
-Los Vanyar nunca permitimos que nuestra educación y modales sean un obstaculo para nuestros propositos, su majestad.
-En cambio, nosotros los kalanites nunca dejamos que nuestros propositos sean un obstaculo para nuestros propositos, querida.
-No puedo menos que estar de acuerdo con tan ingeniosas palabras, majestad. Empero, considero que el tiempo en las lenguas se batan ha pasado ya. Es la hora en que las hojas chispean.
-No eres rival para mi, Pietra. No eres una espadachina, solo eres una institutriz venida a menos. Apartate, vuelve a esconderte entre las alas de tu macho, si es que se le puede llamar asi.
-En guardia, Mademoiselle Noir.
Con el sable en la diestra y la siniestra en la cintura, de lado con la pierna derecha extendida, la mas clasica de las posturas de esgrima elfica, Pietra se enfrentó a su rival. La Triunvira escupió, pisó con la derecha el picaporte del portillo, saltó, desenfundó su estoque, golpeó con el pomo la punta del sable de pietra, cubrio con su mano derecha el rostro de Pietra, pisó con su taco aguja el hombro desprotegido de la elfa, y dejó que todo su peso la derribara. Luego, dio un paso al costado, pateó el sable hacia el vacio y envainó su espada.
Ni valia la pena rematarla.
2 comentarios:
Esta bueno, bastante. Pero a la calidad descriptiva de las acciones le falta algo de desarrollo lirico en la ejecucion de las oraciones (que en mi ignorancia no se si es la sintaxis o la semantica, o ninguna de las dos, jejje!!).
En fin, quiero leer el resto, PRONTO!!
PD: deja de pensra en AD&D cuando lo escribas y pensalo mas en D20 ahora, a ver que tal sale.
Yo creo que ya lo hace
BTW: No entendi un pomo. Quien es (ya ni me acuerdo el nombre) Markal? Quien habla con quien? Quien se enfrenta a quien? Quien gana la pelea Pietra o la otra? Quien es Triunvira?
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